UD ALMERÍA

Fernando, el único superviviente del primer equipo de Turki Al-Sheikh

Fernando durante el calentamiento previo a un partido

Fernando durante el calentamiento previo a un partido / AFP (Pamplona)

Cuando los cronistas del futuro escriban la historia de la UD Almería para revivir el aterrizaje de Turki Al-Sheikh en la propiedad del conjunto rojiblanco durante agosto de 2019 tendrán que acudir a Fernando Martínez Rubio como fuente acreditada. El meta murciano llevaba ya dos temporadas en la entidad indálica, captado por Miguel Ángel Corona e Ibán Andrés (entonces al frente de una dirección deportiva todavía bajo mando de Alfonso García) cuando el jeque saudí se hizo con más del 99% del paquete accionarial de la sociedad anónima deportiva. 

Todo cambió de la noche a la mañana. El plantel previsto para la campaña 2019-2020 se rehizo casi por completo, quedándose muchos compañeros por el camino. Como hoy (a la sombra de Maximiano) en aquella etapa tampoco era titular, favor que recaía sobre su compañero y capitán René Román. Fue el año en el que se alternaron en el banquillo Pedro Emanuel, Guti, la dupla Mario Silva-Nandinho y Jose Gomes, una trituradora de técnicos que también afectó al vestuario. 

Jugadores como Peybernes, Gianni Rodríguez, Gonzalo Bueno, Simón Moreno o Tano, firmados por el empresario murciano, no llegaron a vestir la rojiblanca. Otros como Nkaka o Rahmani lo hicieron de forma testimonial y un nutrido grupo como Ibiza, Romera, De la Hoz, Corpas, Chema, Gaspar, Sekou, Owona, Iván Martos o Aguza tuvieron algo de protagonismo pese al aterrizaje de las primeras adquisiciones del nuevo dueño: Balliu, Maras, Vada, Petrovic, Lazo, Darwin, Juan Muñoz, Jonathan Silva, Arvin Appiah, Sivera, David Costas, Fran Villalba, Coric, Katpoum, Iván Barbero, Francis Guerrero, Ozornwafor o Enzo Zidane. La lista fue casi interminable. 

Poco a poco la vieja guardia 'alfonsiana' fue perdiendo protagonismo, al punto de que en la temporada del ascenso solo quedaban el propio Fernando, De la Hoz, Iván Martos y Arvin Appiah. La marcha del cántabro al Real Valladolid tras cumplir contrato el verano pasado, unida a la de Martos al Huesca y la cesión del inglés al Rotheram (en junio dejará de pertenecer a la disciplina rojiblanca) dejó a Fernando como único superviviente que ha perdurado los 5 ejercicios que acumula Turki Al-Sheikh como propietario, toda una proeza dada la facilidad para la compra-venta mostrada por la dirección deportiva encabezada por Mohamed El Assy.

Y todo apunta a que con el regreso a Segunda continuará al menos un año más, ya que tiene contrato rubricado hasta junio de 2025 y en la categoría de plata ya demostró ser un pilar importante alzándose con el trofeo Zamora al portero menos goleado trabajando a las órdenes de Rubi y contribuyendo así de forma decisiva al logro del tercer ascenso en la historia de la UDA.

Fernando, actual capitán por longevidad en el club, es de los pocos ejemplos que han impedido la completa desnaturalización del vestuario y nunca ha tenido un mal gesto con ningún compañero, ya le tocase saborear las mieles de la titularidad en mitad del 'caso Pacheco' o la hiel de la suplencia hoy en día en beneficio de Maximiano. A sus 33 años seguirá siendo un jugador de equipo que sabe sumar en lugar de restar.

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