Viernes Santo, una jornada de luto y silencio para conmemorar la Pasión y Muerte de Cristo en Tabernas. A las 18:30 horas comenzó la procesión del Paso Celeste con el misterio del Santísimo Cristo de la Agonía anteponiéndose al paso de Nuestra Señora la Santísima Virgen de las Angustias, que estuvieron acompañados por la Bandas de Cornetas y Tambores Centuriones de San Pedro de Alcantarilla (Murcia) y Oración, Caída y Columna de Villacarrillo (Jaén), respectivamente. 

Este año, la cofradía presentó como novedad en su salida procesional la ampliación del paso del Cristo y la restauración de sus cuatro faroles, los cuales fueron realizados hace dos décadas por el ya fallecido artesano tabernense Manuel Rodríguez Aguilera y que así, se consolidan como muestra del gran trabajo realizado durante años en favor de la Semana Santa de Tabernas. Por otra parte, en este 2024 el cortejo procesional ha discurrido por primera vez ante su recientemente terminada casa de hermandad que se encuentra en la calle Miguel Solves de la localidad.

Procesión del Paso Celeste en la Glorieta.

La austeridad y el recogimiento llegó con la procesión del Santo Entierro a las 20:00 horas del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Santo Sepulcro, la estación de penitencia oficial que estuvo acompañada por las autoridades locales. El silencio solo fue roto por la gravedad de los timbales, una sección musical de percusión perteneciente al Paso Morado con el nombre de ‘Silentium Nazareno’ que está compuesta por jóvenes hermanos y simpatizantes. 

A partir de las 00:00 horas, tuvo lugar la procesión de La Soledad con María Santísima de la Caridad, una obra realizada en 2018 con una alzada de 1,70 metros. Una virgen de gesto apenado y contenido, con la boca entreabierta y leve giro con inclinación de la cabeza hacia la izquierda y manos entrelazadas.