En Lubrín se preparan hoy como en una de esas grandes ocasiones. No es para menos, pues una expedición de huercalenses se prepara para realizar la primera cita de los ‘Senderos Medioambientales’ en el 2024 que tiene ya un mes de vida, que buscará conocer más detalles de la flor de almendro que hay en el municipio. Una ruta circular que tuvo abiertas sus inscripciones en el Pabellón Municipal Paco Navarro hasta el pasado jueves y que tiene un precio por persona de cinco euros, aunque los menores de dieciocho años tienen la fortuna de no pagar.

Más allá del dinero, se trata de una iniciativa que mezcla la cultura, el deporte y la agricultura, pudiendo conocer más sobre uno de los cultivos claves de la provincia y descubrir más sobre cómo es la flor del almendro, justo mientras la sequía está provocando problemas en la floración, que se ha adelantado en buena parte de la geografía nacional en una fecha demasiado temprana para lo que es habitual, una anomalía que se produce por las temperaturas fuera de lo común para un mes de enero y la falta de agua.

El recorrido que se realizará es de los considerados fáciles, con un recorrido de diez kilómetros en el que habrá que soportar desniveles de doscientos metros de desnivel. Solo una treintena de personas serán los afortunados que podrán participar en la iniciativa deportiva del Ayuntamiento, que se prolongará durante todo el 2024.

La imagen de los almendros floreciendo es una de las estampas que mejor definen a Lubrín, municipio de la Sierra de los Filabres que tienen en la almendra su principal sector productivo junto a la ganadería. Data su historia de 1578, cuando se tienen las primeras certezas de su fundación, aún habiendo restos previos de origen árabe. Es el cultivo de almendra la forma que los lubrineses han tenido de poner a su municipio en el mapa, como antaño fueran las minas de hierro, y de esa tradición se quieren empapar los huercalenses que visiten hoy la localidad.