Sin persuasión

Ganar una elecciones no es un derecho de pernada, significa gobernar con ética. Lo mismo nos recuerda "El Pingurucho"

El pasado 17 de octubre fue un día nefasto para Almería. En el salón de plenos de nuestro ayuntamiento se escenifico una tragedia. No es nueva, hace ciento cincuenta años, al menos, que se repite con insistencia. Ni siquiera la democracia encarnada por la Constitución de 1978 ha podido cambiar el doloroso texto que narra como poco a poco se despoja a nuestra ciudad de su patrimonio arquitectónico, y con él, de sus méritos civiles, el aprendizaje y recuerdo de su historia. El equipo de gobierno, esgrimiendo un torticero argumentario, se empecina en acabar con el arbolado, que afirman, van a colocar adecuadamente. Supongo que consultaran la geometría euclidiana para tamaña gesta. La portavoz del areópago que nos gobierna tuvo sumo cuidado en no nombrar el monumento a "Los Coloraos" en ningún momento, lo que me llamo mucho la atención a la hora de analizar el discurso. En lo que no tuvo ningún empacho fue en descalificar sistemáticamente el derecho a discrepar, argumentar y debatir de los ciudadanos. La disertación que escuchamos al areópago, y a sus valedores, evidencia una ignorancia histórica, filosófica, artística y de cultura política, escandalosa. Se merecen una respuesta en el más puro estilo de Francisco de Quevedo. Obsesionados como están, por acabar con nuestro monumento a la Constitución de 1812, "La Pepa", y a Los Mártires por la Libertad, que murieron por defenderla de la ignorancia y la injusticia, olvidan intencionadamente que nadie tiene ningún tipo de superioridad, y mucho menos impunidad, por el mero hecho de haber ganado unas elecciones. No me hablen de programas electorales como dogmas incontestables, no está el horno para bollos. Ha quedado patente su absoluta falta de capacidad de persuasión. Las sociedades que se gobiernan mediante una democracia necesitan como sustrato, cimientos donde crecer y regenerarse, educación y cultura. Abarca todas las ramas del conocimiento humano. Necesitamos cohesión social y conocimiento compartido para cuestionar los dogmas que siempre esconde, disimula o falsea el poder. Tienen la oportunidad de rectificar y salir de su Craso error. Cultiven la humildad, trabajen para gobernar bien, con ética y moral, comenzando por leer y estudiar la historia de Almería y de España, entonces aprenderán lo que Baltasar Gracián escribió: "Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona".

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