Por fin acaba este verano con los estertores de unos meses infernales; temperaturas extremas, incendios pavorosos, un terremoto devastador en Marruecos, lluvias que han arrasado e inundado ciudades y campos en Libia y causado decenas de miles de muertos y otros tantos heridos. No es el fin del mundo, pero este mundo se está poniendo difícil de soportar.

Y para no desentonar con el panorama desolador en España se abre una etapa de incertidumbres y desazón con motivo de la anunciada liquidación del orden constitucional, el Estado de Derecho y el sistema político que votamos los españoles cuando aún podríamos llamarnos y sentirnos españoles. El PSOE ha dado muestras deslealtades y conjuras para acabar con los escasos regímenes democráticos; 1917, 1.934/1.936 y 2023 como fechas a señalar en esta trayectoria de los últimos ciento seis años. No dudaron los dirigentes socialistas en alentar, promover y sufragar una rebelión armada contra la legitimidad y continuidad de aquella malhadada II República. Los nombres cambian, los objetivos son los mismos. “No creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad”, afirmación de Francisco largo Caballero, secretario general del PSOE en Ginebra en julio de 1.934 meses antes de pagar y fletar buques y suministros de armas para la revolución. Son públicas las exclamaciones de admiración de Pedro Sánchez a Largo Caballero y sus actuaciones durante la República y la guerra civil. Y como su fiel admirador, Sánchez ha decidido seguir sus `pasos y acabar con la democracia liberal, parlamentaria y de derecho en favor de su obsesión enfermiza por el poder. El precio que ha de pagar por ello no le preocupa en absoluto, contentar a los golpistas que proclamaron la república independiente en Cataluña en octubre de 2017 y que fueron juzgados y condenados por diversos delitos, es una maniobra que encaja a la perfección en sus planes personalistas y totalitarios. Para ello hay que derribar los muros de contención que aún sostienen esta tambaleante democracia. Cuenta con la firme adhesión y el balido lanar de todos los diputados del PSOE que aplaudirán enardecidos, tal como hicieron con la Ley del Si es Si, en una próxima escenificación parlamentaria de cómo se derriba la Constitución de 1.978 que les legitima a todos ellos, incluido Sánchez, aprobando unas propuestas de ley sobre la amnistía a todos los protagonistas y cómplices del golpe contra el Estado en octubre de 2017.Atentado contrario le legalidad constitucional y ordinaria de fácil digestión para los pancistas del reino,(millones) y probablemente asumido por una sociedad apática alejada de sus verdaderos problemas el derribo culminaría con el acuerdo de un referéndum de auto determinación en Cataluña. Estos objetivos no encajan en la Constitución tal como señalan expertos juristas, catedráticos, intelectuales de izquierdas, toda la oposición parlamentaria (once millones de votos) y también quienes fueron destacados dirigentes del PSOE, pero Sánchez continúa impertérrito hasta enterrar la Constitución manoseando el Derecho y siguiendo las palabras de Largo Caballero hasta todas sus consecuencias. A este trabajo de encargo se prestan numerosos juristas que han preferido mercadear la dignidad de las togas por el sucio fulgor del poder y sus muchas prebendas. Afirma Jaume Asens, negociador de Sánchez ante Puigdemot;” el Tribunal Constitucional ha sido el origen del problema y ahora pude ser la solución”, el sabrá porque lo dice. De ser así, los nombres de quienes decidirían por voluntad propia en favor del gobierno, habrían de asumir el rechazo público, en medios de comunicación, cátedras y tribunas por el probado sectarismo y ciega obediencia a quien les ha promovido hasta los más altos escalafones de los tribunales y órganos de la justicia. De culminar el derribo constitucional y democrático, la historia les nombraría a todos, incluso los que aún esconden la patita entre eufemismos e interpretaciones alternativas del derecho, porque son ellos, justamente ellos, quienes habrían de velar por el cumplimento de la letra y espíritu de la

Constitución, base ineludible de esta democracia tambaleante de 2023. Un daño irreparable a la democracia, a los Tribunales de Justicia y a los magistrados plenos de legitimidad que aplicaron las leyes que emanan del ordenamiento jurídico, en nombre del rey y como voluntad del pueblo. Esta escrito que en los variados procesos de degradación que ha padecido España, siempre hubo junto a reyes y políticos felones y “capataces serviles” cómplices del poder.

No merece la pena escribir sobre el prófugo de la justicia española. Ese espantamoscas reclamado por el Tribunal Supremo, hoy sonríe ante las lisonjas y vesania de una Vicepresidenta del Gobierno de España mensajera del Presidente ,que humilla a todos los españoles por su inenarrable desvergüenza de viajar para reunirse con el prófugo. Cabe imaginar el desconcierto de magistrados y dirigentes europeos que habrán de dilucidar sobre la calificación del delincuente catalán refugiado en Waterloo y atender o rechazar el suplicatorio firmado por el magistrado Manuel Marchena. Una aplastante realidad se cierne sobre el presente y el inmediato futuro de España. Una democracia de pacotilla, un Estado fallido, una nación que se descompone entre aplausos de quienes habrían de defenderla. Una mierda.

Y como colofón a esta bochornosa huida hacia delante de Sánchez y su cuadrilla de ganapanes, la respuesta a quienes se permiten el ejercicio de la libertad para oponerse frontalmente a que el PSOE en nombre de esas siglas como tapadera política y social sea el motor de la desintegración de España en favor de las minorías supremacistas, identitarias e insolidarias en Cataluña y País Vasco, el PSOE se ha atrevido a expulsar a Nicolás Redondo Terreros de ejemplar coherencia para reclamar los valores y referencias del PSOE de la transición. Le avala la legitimidad de varias generaciones de su mismo apellido, su padre, Nicolas Redondo, refundador del PSOE en el Congreso de Suresnes cedió la Secretaría General a Felipe González para seguir siendo sindicalista de UGT. El hijo del líder socialista que trajo el PSOE a la socialdemocracia, ahora expulsado del PSOE cuyo lider está satisfecho de blanquear a quienes persiguieron a la familia Redondo y asesinaron tantos cargos y militantes socialistas en plena democracia, Otegui entre otros muchos.

Hay quienes dotados de un fino instinto, intuyen que en el acto final el Felón podría mirarse al espejo y contemplar el halo ennegrecido que le rodea. Es posible, dicen, que tal que un héroe de caballería, se plante en jarras ante los golpistas catalanes, meapilas enriquecidos vascos, asesinos sin arrepentimiento y retome el rumbo del PSOE hacia la redención. Armas no habrá de faltarle; la Constitución española de 1978, el Código penal y el respaldo de una gran mayoría social que se sentiría aliviada imaginando que todo esto fue un golpe de calor del infernal verano de 2023. No podremos olvidarlo.

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