Fiestas

La antigua tradición de tirar piedras a una 'vieja' en el Levante de Almería

  • El Día de la Vieja se celebra el jueves en mitad de la Cuaresma

Un niño se prepara para lanzarle una piedra a la vieja en Turre.

Un niño se prepara para lanzarle una piedra a la vieja en Turre. / V. Visiedo P.

Hay un día en el año en el que se permite a los niños de los pueblos del Levante Almeriense tirar piedras a las viejas. Es una jornada festiva, en la que familias y amigos salen al campo a comer, beber y "partir la vieja". Una tradición antiquísima. Tanto que ni se conoce cuándo comenzó.

Por supuesto la vieja no es una señora de avanza edad. Al menos no una real. Es una especie de piñata que se elabora cada año en mitad de la Cuaresma y en la que se introducen caramelos y regalos para los más pequeños. El Día de la Vieja es la fiesta popular por antonomasia del Levante de Almería.

Ningún calendario marca en rojo este día como festivo, pero sin embargo un jueves de marzo o abril de cada año se celebra una de las fiestas más pintorescas de la comarca del Levante almeriense. Es el Día de la Vieja, una tradición ancestral que divide la Cuaresma en dos y llena campos y playas de familias y grupos de amigos. Este año se celebra el jueves 24 de marzo.

Como cada año, la comarca se paraliza para celebrar esta fecha que es una seña de identidad de los municipios de la zona, ya que este evento tan solo se celebra en unos pocos pueblos. Los colegios se quedan vacíos, las tiendas echan la persiana antes de lo habitual y las calles quedan desiertas, pues el Día de la Vieja pide campo (o playa, aunque no es lo más tradicional).

Vera, Garrucha, Mojácar, Turre, Antas, Cuevas del Almanzora, Los Gallardos, Bédar, Carboneras y Pulpí se llenan de familias y amigos que se disponen a pasar la jornada comiendo, bebiendo y divirtiéndose. Y si en el grupo hay niños, no puede faltar la vieja, una especie de piñata que esconde en su interior golosinas y hasta juguetes.

La vieja se hace con cañas y papel de seda y esconde caramelos en su interior. La vieja se hace con cañas y papel de seda y esconde caramelos en su interior.

La vieja se hace con cañas y papel de seda y esconde caramelos en su interior. / V. Visiedo P.

¿Cuál es el origen de esta fiesta?

El origen de esta celebración es incierto. Existen diversas teorías, aunque la mayoría coinciden en señalar su origen pagano, como una fiesta de la primavera que debido a la buena climatología se adelantaría unas semanas respecto a otros lugares. Según estos estudios, se celebra el cambio de año estacional, del frío al calor, y por ello se “parte la vieja”, un muñeco realizado con cañas o maderos, trapos y papel de seda. La vieja simboliza, siempre según esta teoría, lo antiguo, el año que queda atrás y que se rompe para dar paso a un tiempo nuevo.

No obstante, hay quien defiende que esta fiesta tiene su nacimiento en la orden de los franciscanos, y que la introdujeron en el Levante a través de Cuevas del Almanzora, a donde llegaron tras las expulsiones de los moriscos y la repoblación con ciudadanos de los reinos conquistadores. Así, esta jornada supondría un día de alivio en el duro y exigente ayuno al que estaban sometidos los cristianos durante la Cuaresma.

Hornazo tradicional del Día de la Vieja. Hornazo tradicional del Día de la Vieja.

Hornazo tradicional del Día de la Vieja. / V. Visiedo P.

¿Cómo se celebra el Día de la Vieja?

Lo tradicional es acudir al campo, o la playa, según la costumbre, para comer productos típicos como habas, tortillas de patatas, bizcochos y postres caseros, y el hornazo, una especie de pan dulce alargado, con una trenza que encierra un huevo duro, y que elaboran muchas panaderías exclusivamente para este día. Los niños, lanzan piedras, golpean o queman la vieja para extraer los caramelos de su interior.

Algunos de los lugares tradicionales para celebrar la Vieja son Cabrera, en Turre; Cabezo María, en Antas; el pantano o el bosque de Palomares, en Cuevas del Almanzora, o la ermita de la Virgen de las Huertas en Vera, entre otros.

Una vez que se ha comido, los niños "parten la vieja". El modo difiere según el municipio. Lo más común es colocar la vieja clavada en el suelo (o contra una pared) y lanzarle piedras hasta sacarle los caramelos. En Pulpí, sin embargo, es más habitual quemarla. 

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