Concordato

Un buen concordato es aquel que mira por nociones como equilibrio, lo conveniente y lo correcto

Desde que John Nash, ganador del premio nobel, alumbrara sus ideas al mundo se habla en algunos círculos de algo de mucho interés: la relación existente entre las leyes físicas y la economía. Tal ha sido así que esa relación ha terminado derivando en nuevas disciplinas como la llamada Econofísica. Desde 1990 ha resultado ser un gran campo de investigación. Y uno de los frutos de ello es la idea de un caos determinista. También ha surgido la Termoeconomía o Economía Biofísica en la que se aplican a la economía las leyes de la termodinámica. De estas dos disciplinas es fácil entrever como la economía puede reducirse a leyes físicas ya existentes y que eso implica que el equilibrio es más posible de lo que nos parece. Es posible reducir gran parte de la economía a formulas matemáticas. Con ello hablamos de un estado sostenible donde los mercados y los derechos sociales encajan como el universo de Galileo Galilei. Por ello todo esto me sugiere una reflexión en este mundo del capitalismo global y del neoliberalismo. Si no existe una economía sostenible (ni ecosistema) obviamente es porque estas formulas no se aplican. Y la causa es la falta de concordancia entre las políticas de los países y tales leyes, o mejor dicho entre el poder y la economía. El poder, así, no está interesado por el equilibrio. El desequilibrio es la fuente del poder. Desde aquí podemos ir a lo concreto, a España. ¿El futuro gobierno mixto perseguirá el equilibrio? No voy a pensar en las motivaciones reales sino en las consecuencias futuras. ¿Vamos a vivir en un país más equilibrado? Entendemos equilibrio no al debate sobre qué se debe hacer sino al de cómo aplicar las formulas matemáticas para la sostenibilidad, al de sí debe haber un concordato sobre lo evidente en lugar de sobre lo deseable. En estos momentos no parece que esté tan claro, entre los miembros del futuro gobierno, qué es lo deseable y que es lo evidente como tampoco lo es si es mejor aplicar lo correcto o lo más conveniente. Dando por hecho que la política actual es un juego de intereses sobre lo aparente tengo mis miedos respecto a la existencia de concordato futuro sobre lo evidente. Y la prueba de ello es que no he leído nada sobre futuras políticas de empleo y vivienda. A mí no se me ocurre un equilibrio en este país donde esos campos no estén saneados ni donde no sean una prioridad. La verdad, deben serlo.

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