Desencanto político

Toda la política que se está haciendo actualmente es demoledora, dando suelta a todos los rencores y odios

Es difícil o imposible abstraernos del contorno político que está sucediendo en España al día de la fecha, sobre todo hoy más que nunca, y lo expreso a continuación sin seguir consigna alguna, ni influjo ideológico encuadrado en unas normas dictadas, ya que todo lo que no se haga desde la libertad de cátedra con absoluto respeto al ordenamiento jurídico es una opinión instrumentalizada. Toda la política que se está haciendo actualmente, sea en la Cámara Baja y Alta, incluso en las cámaras legislativas de las comunidades autónomas, es demoledora, dando suelta a todos los rencores, a todos los odios, a todos los revanchismos, alcanzando cotas delirantes ante los insultos que se dan y que llegan a descender al agravio personal, al chiste escatológico y, ni que decir tiene, a la mentira como norma, lo que está llevando a parte de la sociedad a un continuo desencanto sociológico por los rumbos que está tomando este vetusto país plurinacional y asimétrico.

Cuando visualizo y escucho a Sus Señorías en sede parlamentaria, ya que evito tener en cuenta otras intervenciones fuera de los hemiciclos por carecer de praxis deontológica de luz y taquígrafos, es la constante e infinita soberbia que caracteriza la seudo ideología de los intervinientes; ese creerse en posesión de la verdad absoluta, que lo único que está dando lugar es a una política desestabilizadora.

A una gran mayoría de españoles nos cansa de escuchar día a día tantas insidias, tantos agravios y tantas falsedades; ¿acaso piensan que vivimos o estamos en un estado de hipnosis, de entontecimiento, de obnubilación? ¿Qué vienen haciendo nuestros diputados y diputadas? ¿Qué temas trascendentales han llevado al Parlamento? ¿Qué interpelaciones decisivas le hacen al Gobierno? No se dan cuenta que con esta verbena, la poca seriedad, la dudosa eficacia, está infiriendo de forma negativa en la democracia parlamentaria y social.

En estos últimos años de opaca dialéctica y exiguo legislar; está bien que se escuche la voz disciplinada de los Grupos Políticos pidiendo datos, exigiendo medidas, denunciando irregularidades, pero seamos sinceros, todo se traduce a una imagen penosa, una imagen de ineficacia y de ineptitud, que está repercutiendo en los honestos ciudadanos y ciudadanas de a pie, la masa popular y las clases medias de este país que cada día tienen mayor desencanto, por no llamarle desesperación.

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